Y entonces ocurrió algo. Me solté. Me sumí en el olvido, oscuro, silencioso y completo.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Jamboree.


Volvería ahora mismo, sin pensármelo. Repetiría desde el primer día hasta el último, sin ninguna duda. Me quedaría allí para siempre, en esas calles estrechas, en ese mar atravesando la ciudad, en esa tranquilidad absoluta. Volvería cada noche a contemplar aquella luna, a escuchar las guitarras y cantar las mismas canciones, a mirar al infinito pensando en nada, deseando que esos momentos fueran eternos. Si me dieran la oportunidad de volver atrás lo haría, para quedarme allí, para olvidarme de todo, para aprender aun más de cada persona con la que me crucé.
Pero hay cosas que sólo se viven una vez en la vida, asi que me quedo con cada momento, con todos los recuerdos guardados, con cada sentimiento vivido, con cada lagrima y cada sonrisa. Me quedo con absolutamente todo, porque todo fue especial.
Gracias, a cada persona que ha aportado algo para que este viaje fuera único, a cada persona que lo ha hecho especial.
17 días que para mi quedarán siempre, con cada momento, cada canción, cada sonrisa.

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