Un emo disfrazado de mendigo, un niño con una caja de carillas en la mano, un ángel durmiendo debajo de un puente, un tipo sorriendo en una autopista, en un bosque, siempre corriendo hacia el norte, y le seguimos, miles de kilómetros trasél, y de repente nos detenemos. Nos damos cuenta de que tiene que contuar solo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario