poder de decidir, y es muy difícil pensar lo contrario,
porque en cualquier momento de nuestra vida podemos
demostrar que en toda acción siempre tenemos
el dominio de decidir a favor de nuestros efímeros
beneficios, o de los de otros, sin importar a veces si el
tamaño del beneficio es el mismo al del daño propio o
de entorno.
En resumen, consideramos que el albedrío
existe porque tenemos decisión, porque; o
soy bueno o soy malo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario